JULLIEN, FRANÇOIS
I. Nutrir el cuerpo / nutrir el alma: la escisión simbólica
II. Por refinamiento - desobstrucción: mantenerse en evolución
III. Nutrir la propia vida / forzarla, o cómo el apego a la vida se vuelve en contra de ella
IV. Vacaciones: encontrar algo del cielo en uno
V. Sin "alma"
VI. ¿Tenemos un "cuerpo"?
VII. Nutrir el soplo-energía propio
VIII. Procedimientos de la nutrición vital
IX. Dispensado de la felicidad
X. De la higiene o del duro deseo de durar
XI. Antiestrés: 'cool', 'zen', etc.
XII. Condenado al silencio eterno de los procesos
Glosario de expresiones chinas
A partir de una de las expresiones chinas más familiares -"nutrir la propia vida"-, François Jullien propone en esta obra escapar de la gran escisión entre el cuerpo y el alma que está en la base de la cultura europea. Pero, situado entre los pensamientos chino y europeo, el autor tampoco propicia el tipo de rechazo de aquella dicotomía que podría amenazar al espíritu contemporáneo, "tan tentado como está, dice el autor, por el exotismo".
Nutrir la propia vida es el modo, según muestra en estas páginas François Jullien, de deshacer "poco a poco la trama de nuestras oposiciones de categorías: no sólo la de lo psíquico y lo somático, sino también la ruptura de planos que hemos instituido entre lo vital, lo moral y lo espiritual". El desafío del ser humano es entonces recuperar, en lo profundo del verbo "nutrir", la completitud de la experiencia, suprimiendo en ella precisamente la idea de finalidad: una experiencia sin finalidad como experiencia completa. La capacidad de "nutrir la vida", nos dicen, en efecto, los eruditos chinos, liberándola de la presión del sentido, ¿no sería decantar lo vital en uno, de tal manera que sea conducido a alcanzar su régimen pleno?