EDWARDS, JORGE
El ganador del Premio Cervantes, Jorge Edwards, regresa con otra entrega de sus apasionantes memorias. «Un magnífico cronista.»
Mario Vargas Llosa, El País Además de un excelente narrador, Jorge Edwards, Premio Cervantes, es también uno de los mejores memorialistas del ámbito hispanoamericano, como ha demostrado, por ejemplo, en Persona non grata, la crónica de su experiencia como representante diplomático en Cuba, y en Los círculos morados, la primera entrega de sus memorias que ahora completa con este segundo volumen, Esclavos de la consigna, un relato vívido y luminoso de sus años de formación en el Chile de mediados del siglo xx, por el que desfilan personajes de la talla de Pablo Neruda, Nicanor Parra, Alejandro Jodorowski, José Donoso e incluso, fugazmente, William Faulkner. La apasionante rememoración de sus años de formación está asimismo entreverada de un pensamiento crítico sobre las ilusiones políticas de su generación, cuando se alimentaba la esperanza de la utopía socialista. Cáustico, irónico, elegante y preciso, Edwards celebra en este libro toda una vida dedicada a las letras «y a la diplomacia» con unas reflexiones que también ayudan a entender nuestro presente. Reseñas:
«Jorge Edwards te puede contar un drama sin mover un músculo. Impertérrito, ha pasado por las más significativas contradicciones de nuestro tiempo como si hubiera sido puesto ahí para contarlas.»
Juan Cruz, El País «Edwards es, como según él lo fue Machado de Assis, un "narrador incisivo, bromista, culto, muy poco frecuente" en la literatura ibérica e iberoamericana de entonces y de ahora.»
Christopher Domínguez, Letras Libres «El segundo y afilado volumen biográfico del autor, con un estilo ágil y leve como el de Stendhal, es ideal para dar un paseo por los entresijos de la literatura latinoamericana de los sesenta.»
D. Gándara, La Razón «Hoy por hoy, me atrevo a decir en voz alta que Edwards es el memorialista actual más relevante en las literaturas de lengua española; chileno del mundo, enamorado de la literatura de Francia, y de todas las literaturas del universo, Edwards mantiene la memoria fresca, cercana, cómplice; cómplice, digo, de las palabras, de la certidumbre de la palabra flaubertiana.»
Juan José Armas Marcelo «El escritor [...] utiliza ese lenguaje narrativo suyo capaz de sacar al lector a bailar, a base de ritmo, para resucitar las cosas del pasado y hacerlas presente.»
Inés Martín Rodrigo, ABC «Un retrato inolvidable de su trayectoria, de su país, del castrismo, y de figuras como Pablo Neruda o Carlos Fuentes.»
Carlos Abella, El Imparcial «Un testimonio afilado y libre de lo que fueron aquellos años donde política y literatura caminaban muchas veces de la mano.»
Andrés Seoane, El Cultural «El memorialista inagotable, el contador de raza, se las ingenia para iluminar desde otros ángulos lo mil y una veces escrito, hasta para ofrecer nuevas revelaciones. [...] Edwards goza de una rara serendipia histórica: allá donde va, pasa algo.»
José Vasconcelos, La nueva España - Cultura «En Esclavos de la consigna, [Jorge Edwards] va dando fiel relación de lo que leyó, esa catenaria de escritores que dieron pistón a su prosa, y de los arrepentimientos y cuentas que han quedado pendientes. Pero también trae el relato amargo de unas ilusiones políticas y de la resaca que dejó la embriaguez de tanta utopía truncada.»
Javier Ors, Zenda La crítica ha dicho sobre Los círculos morados (1º volumen de sus memorias):
«Los círculos morados es pura literatura, un ejercicio literario construido con la propia materia del autor. Una mirada hacia el interior de Edwards basada en la v erdad, aunque como en todo texto literario se cuele la ficción.»
EFE «Los círculos morados es un buen libro que nos anuncia otro mejor todavía.»
Luis Antonio de Villena «Repasar la vida de Edwards es recordar la historia del siglo xx, los paradigmas pulverizados, la ilusión y el desencanto de su generación, que alimenta gran parte de su literatura.»
El Imparcial «Son memorias abiertas, arriesgadas, donde el autor se expone como no se había visto hasta ahora en nuestra tradición local del género, donde abunda la autocensura o la autocomplacencia.»
Daniel Swinburn, El Mercurio «El valor de estas memorias está justamente en que el autor nos revela los secretos, nos enseña el truco, nos muestra de dónde ha sacado al conejo y a sus personajes, y que estos son mucho más cercanos de lo que el lector puede creer.»
Marcelo Beltrand, La Estrella de Valparaíso