BITOV, ANDREI
A partir del
momento en que el escritor ruso Andrei
Bítov publicó en Estados Unidos esa obra maestra que es La casa Pushkin (La flauta mágica 25),
el mundo entero fue descubriendo a una de las máximas figuras de la literatura
contemporánea. Pocos sabían entonces que Bítov,
nacido en Leningrado en 1937, ya tenía escritos varios libros, la mayoría sin
terminar pues había perdido la esperanza de publicarlos en su lengua, en su
país, en aquellos años de ostracismo. Uno de ellos fue El profesor de simetría, que apareció por primera vez, parcialmente
y por entregas, en 1987.
Pero lo curioso
del caso es que, aunque ya al año siguiente se hubiera publicado completo en
forma de libro y varias editoriales extranjeras hubieran sacado ya sus
respectivas traducciones a partir de esta edición rusa de 1988 (que es también
con la que trabajamos para la nuestra), Bítov
nos decía, durante su estancia en España en marzo de 1991 con motivo del
lanzamiento de La casa Pushkin, que El profesor de simetría era una novela
que, de hecho, jamás terminaría? ¡Y es que en realidad, como lo comprobarán
leyéndola, también es una novela que cada uno de sus lectores podría continuar
a su antojo si tuviera la desbordante imaginación y el talento de Bítov, claro !
Al parecer,
cuando aún era un joven geólogo, Andrei
Bítov encontró un ejemplar de The
Teacher of Simmetry, una novela escrita en inglés por un autor desconocido.
En cierta ocasión, retenidos en plena taiga por el mal tiempo, a Bítov, para entretener la espera de sus
compañeros, se le ocurrió traducirles sin diccionario esa novela, «con un poco
de imaginación y bastante invención». Diez años después, las historias de esta
novela volvieron obstinadamente a su memoria, pero había extraviado el libro
original. Decidió entonces, para evitar una creciente obsesión, emprender la tarea
de «reproducir» las historias del escritor Urbino
Wanovsky, protagonista de la novela. Así, como en un juego de espejos, al
filo de la vida «reproducida» del fabuloso
Wanovsky, que, según la leyenda, era sacristán, pero que en realidad era
ascensorista, Bítov va entretejiendo
una serie de relatos fantásticos, como el del hombre caído de la luna o el de
la batalla funambulesca de Alfabeta. Pero, nos preguntamos, ¿se encontrarán o
no al fin Bítov y Wanovsky, protagonista de la novela
perdida ? ¡Lean El profesor de
simetría y lo sabrán ! Pero no se extrañen de que, si lo hacen, ello
ocurra bajo la fotografía que representa una vista del cielo de Troya?